Noticias/Octubre/2024

 

OPINIÓN

Noticias/20/08/2024

El poder de la palabra.

Los seres humanos, somos muy susceptibles a las cosas que escuchamos o aprendemos desde la época de niños y en el trascurso de nuestra educación y del el diario vivir, algunos son literales, creen al pie de la letra todo lo que escuchan.

 

La palabra tiene poder y esta condiciona la manera de percibir las cosas y la forma de actuar y de reaccionar de todos nosotros, de acuerdo a nuestro carácter y la percepción que tengamos de la vida.

 

Todos desde niño, le tememos a la oscuridad, es decir el color negro es sinónimo de peligro y de cosas malas.

 

En la oscuridad salían los espantos, en la oscuridad, se cometen asesinatos y otros actos delictivos, no quiere decir esto, que a la luz del día, no se hayan cometido delitos, pero la oscuridad…

 

La vida un enigma impredecible

La niñez ilusión y fantasía

La juventud retos y metas por cumplir

La vejez recuerdos y experiencias vividas

 

La muerte un misterio sin develar

El dinero y el poder cómplices de injusticas

Las leyes al servicio de los poderosos

El mundo al borde del caos por la codicia

 

La ciencia y la inteligencia utilizadas

para el mal

La naturaleza absorbida y destruida por el cemento

El amor y el respeto remplazados por el placer

 

La sociedad confundida por el modernismo

Compasión, respeto y amor términos en desuso

Conciencia y justicia para el mundo rescatar

 

Cuando pasan los años la niñez y la inocencia desaparecen

Cuando pasan los años llega la madurez

Cuando pasan los años el tiempo dura menos

 

Cuando pasan los años la esperanza es más corta

Cuando pasan los años el amor llega y también se va

Cuando pasan los años añoraremos el pasado y la niñez

Cuando pasan los años padres y abuelos seremos

Cuando pasan los años la vejez será una realidad

 

Cuando pasan los años la experiencia será la consejera

Cuando pasan los años la salud no es la misma

Cuando pasan los años perdemos fuerzas y ganamos enfermedades

Cuando pasan los años la muerte será  inevitable

 

 Por: Iván Fernando Márquez Gómez

Noticias/17/07/2024

Los jefes de prensa: reflexiones sobre su ética periodística

Por: Hermes Francisco Daza 

 

Una de las actividades más complejas y difíciles de las que se tenga referencia en el periodismo o la comunicación moderna es la de jefe de prensa, de comunicaciones, asesor de imagen o de relaciones estratégicas en una entidad pública o privada, de un político, de un empresario; esta es como se dice una verdad de apuño, y en la que es importante hacer algunas reflexiones.

 

Es difícil y compleja por diferentes factores, entre otros: entender y atender a los periodistas de los diferentes medios de comunicación; dar a conocer lo que quiere el jefe y como lo quiere el jefe; mostrar resultados cuando no los hay; el manejo de la conocida pauta publicitaria. Además de la aparición en el escenario laboral de personas dedicadas a otras actividades y que fungen de periodistas sin control de algunos medios de comunicación y de las agremiaciones periodísticas.

 

Son factores que suman a unos comunicadores que llegan a estos cargos noveles, jóvenes, ansiosos de empleo y de poder, y que chocan con periodistas con características similares, algunos resabiados y resentidos, y en un gran número de casos con egos que sobrepasan los límites de la cordura y la sensatez que laboran en periódicos regionales, estaciones de radio y canales de televisión.

 

Es sin duda muy difícil equilibrar la balanza para algunos de los lados, pero es oportuno hacer la reflexión partiendo de la labor que debe adelantar ese jefe de prensa o director de comunicaciones. Vamos al caso regional o local: una de las mayores dificultades está en la transición o en las diferencias generacionales; ese joven que mira al viejo despóticamente como el que está fuera de contexto y a quien poco respeta, y ese reconocido periodista a quien le es difícil aceptar que el joven llegue al escenario laboral a establecer una relación en la que ambas partes se necesitan. No hay que desconocer que el panorama laboral periodístico cambió.

 

Hoy el mundo es otro, y en el caso de las entidades públicas y privadas, son cerca de 600 comunicadores sociales en su totalidad, egresados de la Universidad Autónoma del Caribe u otras de la región que trabajan en oficinas de prensa o departamentos de comunicaciones, algunos facilitando el proceso de suministro de la información, pero otros convirtiéndose "en la piedra en el zapato", presionando a los gerentes y directores de noticieros a suministrar la información con la amenaza de retirar la pauta publicitaria, de no hacerse lo que considere el cliente pertinente. Mala práctica; no se puede entender la publicidad como un favor al medio de comunicación con el que se contrata. Es un negocio con el que las partes se comprometen a cumplir algo, es una relación contractual, y eso no obsta para que haga carrera la presión permanente de funcionarios públicos a los asesores comerciales, publicistas y periodistas, para que se diga o se haga lo que él quiere... por favor más respeto.

 

En esta parte juega un papel fundamental el director de comunicaciones, craso error, convertirse en parte del club de áulicos que no le hace ver a su jefe los errores o fallas en los que está incurriendo, sin darle a entender como debe ser el manejo de la información en los parámetros de la ética y del respeto de ese ejercicio periodístico. En este caso algunos y en número considerable han asumido el pobre papel de mensajeros del poder y del negocio, y de enemigos directos de sus colegas. Hay que entender que el temor al desempleo y la lealtad con el jefe de turno hace que se llegue a esa situación, pero es hora directores de comunicaciones de hacerse valer como lo que son: profesionales y muy profesionales en la gerencia moderna, un asesor y más en comunicaciones, que le dice la verdad a su jefe, lo orienta, lo guía, y le facilita el proceso de reconocimiento público. Reitero, no es fácil, además con la presión de los periodistas que reciben pauta publicitaria, y que se han convertido en uno de los mayores problemas que afrontan esos directores de prensa.

 

Es hora de deslindarse de esa responsabilidad, que un comité asesor adjudique esa pauta publicitaria, de manera seria y responsable, no ha dedo, de acuerdo con intereses políticos o de amiguismo. Las entidades del Estado y los políticos crearon el monstruo de la tristemente reconocida pauta publicitaria para los periodistas, ahora no vengan a rasgarse las vestiduras, y a que el director de comunicaciones les dé la cara a sus colegas y responda por una decisión que es de los directivos o de los administradores de turno.

 

A mis colegas que reciben pauta publicitaria hay que reconocer que a eso nos llevó el sistema, pero ya es hora de una reflexión ponderada y tranquila de su futuro laboral, de buscar otras alternativas económicas, una mayor capacitación y un empleo en actividades propias del ejercicio periodístico o similares que evite esa humillación y ese trato vergonzante y de tercera que reciben de esas oficinas de prensa y de los funcionarios de turno. Queridos colegas....directores de comunicaciones... y de los medios de comunicación como le dice el paciente al odontólogo: "hagámonos pasito", ésta no es más que una reflexión que busca cumplir ese cometido del periodismo en la búsqueda de la verdad y de su función social, pero en especial el respeto de la profesión en la que todos estamos inmersos, en la que no sabemos en qué orilla nos vamos a encontrar y al lado de qué intereses, que ojala sean los más cercanos al ciudadano que esperan mucho de nosotros. Entender nuestro papel hace parte de esta reflexión.

 

Noticias/27/04/2023

Historias y leyendas que cuentan las vaquería y  enfrentamientos musicales de Lorenzo Morales y el Viejo Emiliano

En el país vallenato, en donde convergen, cesarenses, guajiros y magdalenenses, es un placer y una necesidad imperiosa, de quienes aman y aprecian esta parte de nuestra idiosincrasia Caribeña volver al valle, es un privilegio, para disfrutar y presenciar la fiesta más grande que tiene la música del acordeón en la tierra del Cacique Upar.

 

La nostalgia y las añoranzas hacen parte de la vida cotidiana de todo ser humano y al regresar a su terruño, después de una larga temporada, puede ser estudiando o trabajando, o en algunos casos exiliados por circunstancias de la vida o de fuerzas mayores, hace que confluyan un contraste de emociones y sentimientos, capaz de hacer llorar y estremecer al más fuerte de los mortales.

 

Los primeros festivales vallenatos, esos que se realizaron en la Plaza Alfonzo López, con su testigo más fiel el viejo Palo é Mango, hacían suspirar y añorar a los verdaderos amantes de este hermoso folklore, que con sus cuatro aires vallenatos, Puya, Merengue, Paseo y Son, interpretados por juglares y pioneros de esta hermosa región, sembraron un legado, que este año cumple cincuenta y seis años de historias y leyendas.

 

Historias y leyendas que cuentan los amores de sus primeros habitantes, en sus jornadas de vaquería; los enfrentamientos musicales de Lorenzo Morales y el Viejo Emiliano, así como la disputa de Francisco el Hombre con el Diablo, más adelante convertida en Mito. Cómo olvidar las serenatas de Rafael Escalona con sus magistrales composiciones, las pintas de Compaé Chipuco, orgulloso de ser vallenato y la inspiración de Leandro Díaz, viendo con los ojos del alma.  

 

Quién no recuerda y tararea las letras de Mi Pedazo de Acordeón, del primer Rey vallenato Alejo Durán, o la Vieja Gabriela, de Juan Muñoz puya inconfundible e infaltable en cualquier festival vallenato, La Fiesta de Los Pájaros, con la magistral interpretación del rebelde del acordeón Alfredo Gutiérrez, la escuela de Luis Enrique Martínez y la creatividad y destreza de Calixto Ochoa, así mismo las dinastías que han engrandecido y expandido el vallenato, los hermanos López y los Granados, quienes cuentan con varios reyes, en este certamen, en el Cesar y losñ Zuleta y Romero en La Guajira entre otros.

 

Verdaderos poemas cantados, en el concurso de la canción inédita, letras que hacían llorar y estremecer de emoción a quienes tienen el privilegio de ver en vivo, esos hermosos enfrentamientos entre los pesos pesados de la composición vallenata.

 

Gustavo Gutiérrez con Rumores de viejas voces, en el 69; Freddy Molina con el Indio Desventurado al año siguiente; Santander Durán Escalona con Lamento Arhuaco en el 71; Camilo Namén, Recordando mi Niñez 72; Fernando Dangond, con Nació mi Poesía en el 81; años más tarde, Emiliano Zuleta Díaz, con Mi acordeón en 1985. Rafael Manjarrez, con Ausencia Sentimental en 1986, considerado el himno del Festival Vallenato, y como olvidar a Luis Cujia, El Tigre con su tema Yo Soy el Cantor en el 97.

 

 Muchos otros más, quienes merecen un gran reconocimiento y homenaje, pero en vida, por sembrar esa semillita que ha dado grandes frutos después de varias décadas.